Querido Eros,

Querido Eros, hoy te escribo para darte las gracias por lanzar tus flechas, esas que odiaba y no deseaba recibir, pero que hoy me hacen feliz. Estaba cansada de buscar “mi pareja ideal”, un chico atractivo, intelectual, simpático, que me tratase bien, que me diese mi espacio… pero te pedía mucho y te especificaba poco.

Fue entonces cuando me rendí, decidí que te odiaba a ti y a los hombres que me mandabas con esas flechas odiosas. Decidí ser independiente, aunque realmente mis sentimientos me pedían ser interdependiente. Era mi momento, el momento de divertirme, de ser yo y tan solo yo. En ese preciso momento, en el que todo me daba igual, en el que la pareja ideal era un fantasma del pasado, en el que las flechas las esquivaba sin dudarlo, hiciste que me despistara tan solo un segundo.

He de decir que aun tienes aliadas en la tierra, que creen en ti y que te ayudaron a despistarme. Y tu flecha me dio y caí rendida. Me engañaba a mi misma diciendo, solo serás un pasatiempo… Me di cuenta que al fin habías conseguido descifrar mis peticiones absurdas. Pusiste ante mis ojos a mi pareja deseada, que no ideal. Una persona que me enseñara de nuevo el significado del amor, de ser interdependiente y de sentirme bien conmigo misma queriéndome y queriendo.

Eros, deseos, flechas…

Era mi pareja deseada y lo es a día de hoy, pues me quiere sin atosigarme, me entiende, aun siendo un auténtico caos que ni yo misma entiendo, es el apoyo más fuerte, me acompaña en mis momentos donde todo lo veo negro, pero sin forzarme a avanzar hasta que yo sienta que puedo. Me he dado cuenta que siempre te he pedido cosas muy superficiales, sin pararme a pensar lo que realmente deseaba. Y hoy me doy cuenta que todo lo que me has ofrecido, me ha hecho crecer y darme cuenta de lo que realmente quiero en mi vida.

No tengo una pareja ideal, pues lo ideal proviene de las ideas y está ligado al pensamiento. Prefiero tener una pareja deseada, que está ligada a ti, querido Eros, pues los sentimientos y el deseo, son los que deben mover el mundo del amor.

Por eso, hoy deseo lo que tengo, un hombre bueno que me acompaña y me apoya en mi camino, que, aunque me sienta unida a él, sé que no me retiene y soy libre. Que me da felicidad, que me da calor y que me ha dado lo más importante en nuestras vidas, gracias al amor y el deseo.

Muchas gracias Eros, porque no te pedí nada, te odie, te olvidé y sin embargo tú, me diste lo que más anhelé. Y encima me lo entregaste con un plus, y es que baila bachata y salsa. Tienes unas flechas maravillosas.

Un saludo de tu fiel seguidora, Lole

 

Lole Rodríguez Ruiz.

Educadora social.

Título de Experto Universitario en Sexología aplicada a la intervención social y educativa.

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